Hola a todos nuevamente, comienzo esta entrada para hablar de un tema bastante diferente que el anterior. Les hablaré sobre la política en los años sesenta, más especificamente de Jorge Alessandri.
Dos años antes de que comenzara la decada de 1960, osea en el año 1958 yo tenía solamente 10 años pero lo recuerdo con mucha claridad. En Chile se elegiría nuevo presidente. Disputaban el cargo Jorge Alessandri, Salvador Allende, Eduardo Frei Montalva, Luis Bossay y Antonio Zamorano. EL resultado de esta elección dejaría como presidente de la república al independiente de derecha Jorge Alessandri.
Una vez electo presidente comenzó a realizar un estilo de gerencia en el país, ordenando el gasto público e iniciando planes de obras públicas y construcción de viviendas incentivando la inversión privada y creando así el Sistema Nacional de Ahorro y Prestamo (SINAP). Aun recuerdo el momento en que mis padres pudieron gracias a este sistema comprar su casa propia, estableciendo así un gran lugar de encuentro para mi familia. Almorzábamos siempre todos juntos los domingos y jugábamos en el patio los días de sol. Recuerdo también con claridad otra de las cosas que hizo Alessandri para el país fue cambiar la moneda de peso a escudo. También otra reforma económica que Alessandrí puso en marcha fue fijar el dolar para poder controlar la inflación. Todo esto funcionaba de maravilla hasta el año 1960 cuando azotó a nuestro país el terremoto más terrible de su historia. Esto trajo como consecuencia no solo el dolor en el país entero si no también una repercusión en el mundo de la política. Comenzaban malos años para el gobierno de Alessandri.
El costo por la reparación de los daños producidos por el terremoto subían a la suma de $422 millones de dolares, lo que traería como consecuencia la entrada de Chile en la Alianza para el Progreso, que planteaba EE.UU. y que pedía como requisitos reformas estructurales, esto incluía una modernización en infraestructura de comunicaciones, mejora de condiciones sanitarias, reforma al sistema de impuesto,etc.
Como gran reforma, se planteó la Reforma Agraría, que buscaba repartir tierras que eran del estado, a campesinos, para que se avanzara en el tema de la agricultura. Recuerdo que a un amigo de mi abuelo le tocaron unos terrenos cercanos a melipilla en donde pudo cultivar frutillas y naranjas. De esas nos llegaban algunas cuando empezaba la primavera, eran muy ricas y jugosas.
Y así se pasó el tiempo del gobierno de Alessandrí, quien buscó dentro de sus conocimientos de empresario para darle un pequeño impulso de crecimiento a este país. Sin embargo al final de su gobierno, despues de haber perdido mucha popularidad en el parlamento y en la población, Alessandri se da cuenta de que la mejor forma de avanzar es cambiando la estructura interna del país y propuso al congreso que se realizaran reformas constitucionales.
Les dejo una foto de Jorge Alessandri para que la vean:
Saludos estimados.
En este blog, pretendo plasmar un poco de mi vida, mi infancia y adolescencia. Yo crecí en los años 60, en Chile, donde la vida era difícil, pero los paisajes más cálidos. En ese entonces yo tenía 12 años, de los cuales recuerdo grandes momentos, los que marcaron mi vida, así como aquellos tiempos, marcaron al país que hoy conocemos. Este blog de Chile y los 60, es una muestra histórica, a través de una fuente presencial, y subjetiva, mi historia y la de un país, contada en forma paralela.
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Cambios constitucionales son para cambios menores.
ResponderEliminarLos cambios mayores se producen cuando la gente cambia, y no solo los que manejan el país, sino que también los que son manejados (puede sonar feo, pero esa es su realidad). Me refiero al cambio de mentalidad, de pensamiento, RADICALMENTE. Porque es sabido que el afán imperialista de los EEUU no tiene límites, y que, aunque parezca un "gran imperio", las bases son muy débiles. Basta con observar el comportamiento de la distribución de las riquezas en la sociedad para darse cuenta de ello. ¿Privilegiar a unos pocos? Bah.
Aunque ya hayas vivido todo esto, que te sirva de lección: los cambios constitucional producen cambios ilusorios, no reales.
Créeme Abdul, el afán imperialista de los EEUU no tiene límites, en cuanto a entregar oportunidades para aquellos que deseen tomarlas. El racismo disminuye cada vez más y las mujeres tienen sus derechos al mismo nivel que al de los hombres. Las opciones están para todos, de la misma forma. El que quiere ser privilegiado, puede lograrlo en cuanto se lo plantee. Es algo que los comunistas nunca entenderán. Piensan que todo se le tiene que dar en bandeja al referirse sobre el privilegio de algunos pocos. Los privilegios se ganan, y te lo digo habiendo sido parte de esas personas no privilegiadas por muchos años de mi vida.
ResponderEliminarPero que ocurre Frederick, si una persona nace con más facilidades que otra y a pesar de sus esfuerzos no fue criada con una cultura del "merito" ¿qué sucede ahí? es su culpa por haber nacido en un medio que no le inculca aquello, pienso que no.
ResponderEliminarLas reformas implementadas en un principio por Alessandri y las que vienen de la mano con la Alianza Para el Progreso, son soluciones parches a problemas mayores como lo son la desigualdad de oportunidades, la abulterada pobreza, etc. Además, no hay que olvidar que lo propuesto por mi país (Alianza para el progreso) fue con el único objetivo de detener el avance del comunismo, por tanto, debían dejar de darle razones a la gente para quejarse del modelo capitalista y qué mejor que dándoles un poco de tierras, que no olvidemos, jamás fueron las realmente importantes ni las mejores. Saludos amigos de Chile.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDefinitivamente la intervención de E.U.A en América Latina es un hecho, y resulta triste ver como intentan acallar al pueblo con tierras y regalías superficiales.
ResponderEliminarY tampoco deja de sorprender la forma en que se dejan acallar. Acá todo es de culpas compartidas, un imperialismo opresor y manipulador, individuos que se dejan absorber por las riquezas que les ofrecen, y una masa que no conoce lo que es tener fe en algo verdadero. En el reino de Alá, lo superficial no es nada más que eso, y el abrumador deseo de poder es justamente castigado con la noble misión de mantener la paz y la calma dentro de la sociedad.
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