¡El mundial!

Hoy quiero hacer una intervención más alegre, ya que los comentarios al post anterior me dieron a entender que quedaron viendo este inicio de forma triste. Y es verdad, los 60' partieron de forma lamentable, y como nadei hubiese querido, pero ya lo años venideros demostrarían la capacidad de Chile para levantarse. El año 1962, en Chile se disputaría el MUNDIAL DE FÚTBOL DE LA "FIFA". En ese entonces yo no tenía televisión, y a mis padres no les gustaba el fútbol, mucho menos ir al estadio. Pero recuerdo que esa euforia que yo sentía al saber que vendrían jugadores de todas partes del mundo a jugar a mi país, se veía reflejada en las calles de Santiago. Avenidas entersa con banderas, la música del momento era para alentar a Chile, las camisetas rojas en todas las personas de la calle... Increíble. La tristeza de algunos años se había tapado, o talvez, olvidado de momento, por esta alegría tan auténtica de los chilenos. Como ya les dije, yo no tenía tele, y les comenté lo de mis padres, pero en ese entonces la vida era diferente. Los vecinos eran realmente vecinos, tildados como tal, no por una simple relación preestablecida de convivencia, si no porque "mi" vecino, del vecindario, era alguien a quien yo conocía, alguien en quien yo podía confiar, un amigo más. Recuerdo que mi vecino, don Alfredo, de la casa de la esquina, tenía una de las pocas televisiones del barrio. La casa se repletaba para todos los partidos, con mucha gente del barrio, se hacian asados afuera y se tomaban bebidas de todo tipo. Era una fiesta en toda la cuadra. Nos encaramabamos los chicos del barrio unos arriba de los otros, para poder ver el partido. Don Alfredo, a quien yo conocía bien, pues le ayudaba con los mandados, me daba siempre un anticucho y de vez en cuando, si Chile hacía un gol, se ponía tan alegre que me invitaba adentro, junto con todos los grandes a ver el partido sentado en el sillón. Era mágico. Aquellos días, digo. Increíble.  Bueno, les dejaré también unos videos, de aquellos días, para que puedan sentir, o tratar de sentir aquello que yo sentí.
Abrazos a todos y hasta la próxima!